—Mamá ¿Cuál era mi juguete favorito de pequeño? —Cualquier cosa que hiciese ruido —me contesta con gesto torcido— igual que ahora— añade.
Mis juegos favoritos (según lo que he averiguado) eran las construcciones, desmontar cualquier objeto a mi alcance y el ruido. El mejor regalo que me hicieron de pequeño era un juego de cacerolas de colores que se apilaban y en el reverso del mango había una pequeña placa metálica de un carillón.
Mis padres comentaban que me pasaba horas montando y desmontando las cacerolas mientras con la baqueta le arreaba golpetazos para que suene. Añaden que lo hacía sin ritmo, y puntualizan que no lo hacía por el placer a la música, sino por placer al ruido. En fin...
En algunos vídeos de cuando era pequeño salgo siempre cantando o golpeando algo con cara de felicidad.
Reconozco que no recordaba la existencia de dicho juguete pero también a día de hoy a mis 22 años cuando no me doy cuenta estoy tamborileando los dedos sobre la mesa o con los pies, siempre tengo una melodía en la cabeza, no paro. (pobres padres)
Por último comentar que descubrí que de pequeño me encantaba jugar con muñecas y que tuve una de mi propiedad, era rubia y con rizos. La verdad es que no me lo esperaba.
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