Soneto XXIII
En tanto que de rosa y de azucena
se muestra la color en vuestro gesto,
y que vuestro mirar ardiente, honesto,
con clara luz la tempestad serena;
y en tanto que el cabello, que en la vena
del oro se escogió, con vuelo presto
por el hermoso cuello blanco, enhiesto,
el viento mueve, esparce y desordena:
coged de vuestra alegre primavera
el dulce fruto antes que el tiempo airado
cubra de nieve la hermosa cumbre.
Marchitará la rosa el viento helado,
todo lo mudará la edad ligera
por no hacer mudanza en su costumbre.
se muestra la color en vuestro gesto,
y que vuestro mirar ardiente, honesto,
con clara luz la tempestad serena;
y en tanto que el cabello, que en la vena
del oro se escogió, con vuelo presto
por el hermoso cuello blanco, enhiesto,
el viento mueve, esparce y desordena:
coged de vuestra alegre primavera
el dulce fruto antes que el tiempo airado
cubra de nieve la hermosa cumbre.
Marchitará la rosa el viento helado,
todo lo mudará la edad ligera
por no hacer mudanza en su costumbre.
Garcilaso de la Vega
Una pequeña modificación, espero que la disfrutéis como la he disfrutado haciéndola.
se muestra la color de que vas puesto
y que vuestro vaso de aguardiente, enhiesto,
exhibe tu indisposición y das pena.Y en tanto que aquello, que es la vena,
cómo se hincha, y con el gesto traspuestopor el nervioso cosquilleo, indispuesto,
el regurgitado se esparce y sobrellena.
Coged de vuestra pringada cartera
el pañuelo, antes de que tu mujer airada
te descubra y a guantazos te cubra la cabeza.
Descubrirá la mancha en tu camisa dejada,
te excusarás con que eso le pasa a cualquiera
pero del sopapo no te librarás, ten la certeza.
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